jueves 12 de septiembre de 2019

No puedo aceptarlo

Es imposible aceptar tu pérdida, tu ausencia, absolutamente imposible.

Ver tus fotos, tus cosas, tu casa, rememorar los recuerdos y sus emociones despiertan en mi sensaciones imposibles, inaceptables e inasumibles; no se ha creado aun un lenguaje que se ajuste a esta realidad paralela, tangencial o sustitutoria, no se pueden definir los sentimientos con palabras que definen cosas concretas, físicas, palpables.

Esta sensación continua de que algo está pasando, pero se te escapa o que está a punto de ocurrir algo malo que acompaña al dolor es insoportable, es incertidumbre en estado puro, desazón. he perdido todo el control, hay algo primitivo o nuevo en mí que me domina, manejas mis sentimientos y crea nuevas situaciones de angustia, siempre esperando despertar de una pesadilla sin fin; aun tras la muerte hay esperanza, esperanza de que todo sea mentira, una mala jugada del subconsciente.

Sé que es una situación irreversible, pero aún te resistes a aceptarlo, no hay explicación para que fuésemos felices y de pronto no hay nada, no estás. Esto me rompe, me parte, me intenta doblegar, pero tengo que resistir; el dolor me oprime el pecho, me roba el aire y me entapona los oídos.

Odio esta vida cargada de responsabilidad, me obliga a seguir, aunque no quiera y es que no quiero vivir.

Yo elegí vivir contigo amor mío, pero estas obligaciones me impiden seguir el camino que escogimos juntos, vivir juntos, ello implica que si no estás tú, tampoco debo estar yo, vivir solo, sin ti es lo opuesto a nuestros votos.

En contra de lo que la gente piensa, hay que ser muy valiente para quitarse la vida o muy cobarde para abandonar tus obligaciones, pero he alcanzado un punto de equilibrio, por mucho que me pese, en el que a causa de tu ultima voluntad “cuida de los niños” estoy atado a este mundo vacío y deprimente. Solo tú, amor mío, aportabas alegría y las ganas de permanecer aquí.

Jamás pensé en esta posibilidad, una vida sin ti y mucho menos tan pronto, cuando mis obligaciones como padre y tu superviviente me someten categóricamente.

NO quiero vivir esta vida que me espera, no sin tí mi amor, pero lo haré, aunque este superviviente no sea la persona que una vez amaste.

TE QUIERO MI NIÑA, MI PRINCESA, MI AMOR.

Hoy mi vida no vale nada, hoy desearía estar muerto.

Hoy este intenso dolor, no me consuela, no te acerca a mí, tan solo lacera y desgarra mi ser, me descompone, me arruina, borra todo lo bueno del mundo y solo deja desolación y amargura.

Hoy deseo mi muerte, mas que nada en el mundo, no hay consuelo alguno, no hay esperanza, no queda vida tras de ti.

Obligado a permanecer de por vida en este cuero que no volverá a abrazarte, envuelto en esta piel que no volverá a sentirte, usar cada día estas manos que no volverán a acariciar tu pelo, tu rostro, tus maravillosas curvas y que jamás volverá a coger tus pequeñas y preciosas manos, obligado a escuchar miles de voces que no son la tuya, risas insolentes que no quiero escuchar, millones de palabras vanas y sin contenido, que no son tus bellas palabras envueltas en tu dulce voz, obligado a ver con estos ojos el devenir diario, conocedores de que no volverán a disfrutar de tu sonrisa, de tu cara, de tus bellos ojos.

ACASO PUEDO VIVIR PRESCINDIENDO DE TODO ELLO???

Me siento tetrapléjico, pues de nada me sirve mi cuerpo, si no es para disfrutar junto al tuyo.

Todo carece de sentido, todo pierde su valor, soy el ultimo hombre vivo, con todo a su disposición, pero nadie para compartirlo.

Hoy el dolor es mi enemigo, un parasito que me succiona la energía y resta valor a todo lo que lo tiene.

Hoy necesito ayuda y sin embargo hoy no estoy en condiciones de recibirla.

Hoy he de afrontar este reto en soledad y aun no entiendo por qué.

Hoy, solo hay dolor e incomprensión