6 de octubre de 2024, 1884 días de soledad

6 de octubre de 2024, 1884 días de soledad.

Hola mi amor, que extraño veo traducido a cifras mi vacío interior, que fácil poner un numero a cualquier emoción, sensación, hechos…

Los números parecen ser capaces de representar todo, incluso aquello que no es palpable, visible o no se pueda depositar en una estantería o cajón.

Se me pasó el día de nuestro aniversario, esta nueva y ajetreada etapa se ha llevado, como un huracán, muchas cosas que eran pilares en mi existencia.

Olvidar nuestro aniversario es algo impensable para mí, sin embargo, sé que hay muchos días en los que no dispongo de mucho tiempo para el recuerdo, la “solitud” de la noche es el momento del recuerdo, pero estos últimos meses otros asuntos mundanos han robado ese derecho, han sustituido tu compañía por ansiedad, malestar y una nueva impotencia y frustración que barre todo lo demás.

Feliz aniversario princesa, feliz 32 aniversario del día que más brillaste, del día más hermoso de nuestras vidas, 32 aniversario de la fecha en la que por fin adquirimos el derecho a compartir cada minuto de cada día.

27 años, 9.808 días, 235.392 horas, 14.123.520 minutos en los que mi corazón fue tuyo y dejó de pertenecerme.

Números, números que intentan contar una historia de amor y dolor. Números fríos, validos para la estadística y el análisis, números que nada cuentan de tu belleza, de tu sonrisa, de tu generosidad, del amor a tu familia, de la alegría de la existencia, de compartir,  de vivir.

Malditos números que solo para poner etiquetas sirven.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

10 de agosto de 2024, 1827 días de soledad.

Hola mi amor, 1827 días sin tí.

Un conteo que no cesa, un conteo que no hallará fin, una cuenta que solo parará cuando mi corazón deje de latir.

Siguen pasando los días, semanas y meses, la sensación de soledad es permanente, todo ha adquirido una cristalina transparencia a tu alrededor, pocas dudas me quedan de que esto es un estado definitivo.

Te echo mucho de menos, cada latido de mi corazón es una reivindicación de lo perdido, cada minuto que pasa es un nuevo canto a la desesperación, cuán difícil es una existencia así.

Quiero suponer que la situación actual puede actuar como catalizador, acelerante o agravante, ya que no paro de comparar las épocas, sobre todo teniendo en cuenta que estoy en este momento actual porque hace 1827 días que te marchaste.

He tomado decisiones que nunca habría tomado contigo, he escogido caminos que jamás habría pensado que existían para mi, he llegado a un lugar cuya existencia desconocía.

Sin ti se abren abismos a mis pies, uno tras otro, infranqueables, a los que debo saltar para continuar, sin saber que espera en el fondo, pero sabiendo que mis decisiones están condicionadas y no son acertadas.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Viernes 2 de agosto de 2024

Hola mi amor, hoy es tu santo, como siempre se produce una triste celebración, una tarta para compartir, en la que estas presente pero no se te menciona, sigue costando tanto hablar de ti.

De vuelta al trabajo en el coche sonaba Amy Winehouse y no pude dejar de afrontar una vez más el escabroso tema del “exilio permanente”, me hice una pregunta ¿estoy deprimido?, la respuesta llegó rápida y sin duda alguna: NO.

Mi vida no es plena, ni feliz, ni divertida, ni tan solo deseable, pero ciertamente no estoy inmerso en una depresión, todo esto me llevó a los meses posteriores a tu partida, mi intenso deseo de abandonar este “valle de lágrimas”, pero visto desde mi posición actual, un ángulo completamente distinto, digamos que algo más objetivo, aunque las emociones nunca podrán ser analizadas objetivamente, cuando quien las analiza es quien las vive.

¿Cuan cerca pude estar de acabar con todo? Ahora veo el brutal daño que mi ausencia podría causar, no solo en aquellos momentos, incluso ahora casi 5 años después.

No se debe privar a nadie de la compañía de sus seres queridos, menos aun voluntaria y egoístamente, nunca por eliminar un dolor emocional, nunca por no ver la forma de superar un trauma, nunca por sentirse solo o desdichado. Es una lucha severa, pero evitar causar mayores males debería ser suficiente aliciente para evitar el deseado desenlace.

Te sigo amando con todo mi ser y tu ausencia es imposible de superar, te sigo necesitando, pero como un pobre, incapaz de salir de su pobreza, continúa su camino, haré yo con mi pena, cargaré con ella y seguiré mi camino.

Sé que nada volverá a tener el color y brillo que todo tenia a tu lado, pero me apañaré en esta penumbra de grises apagados.

Feliz día de tu santo mami!!

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Domingo 14 de julio de 2024

Hola princesita, cuantas malas decisiones se suceden tras tu partida, no recuerdo que nunca nos haya ido tan mal cuando tutelabas nuestros días.

Pienso en ti, en tu forma de pensar, en la calma para analizar las opciones, el alcance de tu visión, la templanza para tomar las decisiones.

Supongo que estar en un ambiente cálido y tranquilo ayuda mucho a acertar, esto no me exonera de nada, pero cierto es que no vivo mi mejor momento.

Te echo tanto de menos…

Me mantengo en la dicotomía de avanzar o permanecer, una bifurcación con un cómodo banco donde esperar pacientemente la iluminación, me propongo, y a veces lo consigo, escoger un camino, pero por el momento prevalece el inmovilismo, todo se convierte en zona de confort y soy incapaz de romper las barreras que me impuse, inconscientemente, hace ya casi cinco años.

Es tan fácil ver la estupidez y el empecinamiento de mi comportamiento, pero tan difícil combatirlo, aún conociendo lo errado de la postura.

Quiero y no puedo, quizás sea el epitafio que figure en mi lápida, aunque no habrá lápida, pues no quiero que se conserven mis restos, pero podría ser el pensamiento de aquellos que asistan a mi despedida: “siempre quiso, pero nunca pudo”.

Un ser con ambos pies en una losa de hormigón, imposible de mover, imposibilitado su avance, con solo un movimiento practicable: la caída, hacia cualquier lado.

Entiendo que es más fácil vivir sin decisiones que convivir con las consecuencias de las que se toman, es más cómodo dejar que el tiempo transcurra que actuar en cada minuto de vida consciente, dejar que otros guíen y tomen decisiones que liderar la revuelta.

Sí, ser pasivo tiene muchas ventajas, es menos estresante, no hay que tomar decisiones ni asumir responsabilidades, hay que dar menos explicaciones, pensar menos, actuar menos, delegar más, desviar todo el peso hacia el resto. Aunque tiene un alto coste, emocional, anímico, social y personal, no puede haber lamentos por los resultado obtenidos, ni quejas por el camino recorrido, no se puede depositar expectativas propias ni plantear disconformidad con las de grupo.

Te echo tanto de menos, te lo he dicho ya tantas veces…

Me siento tan cansado…Solo surge el deseo de apalancarme en un rincón, permanecer oculto, inmóvil, pasar inadvertido y dejar que todo se apague tranquila y apaciblemente, la placidez del descanso, el aletargamiento de los sentidos, la inmersión en el olvido.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

 

 

Domingo 12 de mayo de 2024

¿ALGUNA VEZ CAMBIARÁ ALGO?

Hola princesita, siguen acumulándose los días, meses y años, continúan sumando y abultando la cuenta, pero apenas me alejan de aquella mañana de amarga despedida.

Pronto hará cinco años de tu partida, el dolor se ha vuelto crónico, pero no por ello mas llevadero o menos agudo, siento los mismos deseos, los mismos anhelos e incluso sufro las mismas carencias e impedimentos desde hace casi 5 años, sin apenas cambios, con algo menos de intensidad, pero todo se mantiene como el primer eco de una serie interminable de repeticiones del grito a todo pulmón lanzado a un abismo, que es devuelto infinitamente.

Cuanto cansa esta impotencia o inapetencia, cuán difícil es tomar una decisión cuyas consecuencias pueden ser una “mejora” anímica, un acercamiento a la normalidad, una disminución del dolor, un nimio paso hacía la vida.

Que difícil diferenciar debilidad de fortaleza, ¿cómo discernir que es valentía y que es miedo?, ¿Qué empuja hacia una opción u otra? ¿Qué motiva la elección? ¿el valor de continuar o el miedo a recaer?

No soy capaz de ver que hay mas allá de cada elección, no sé si actúo con libertad, consciente de lo que hago o secuestrado por mi permanente pavor.

Cada decisión es de suma transcendencia o no, pero para todas he de montar un comité de expertos para que la estudie como si vital fuese, pero creo que es solo miedo a continuar, un intento de retrasar todo, para bien o para mal.

En días tan luminosos y esperanzadores me sumerjo en la nostalgia y el desánimo, ¿no debería ser al revés?

Estoy tan cansado…nada es lo que debería ser y es tan fatigoso ir a la inversa continuamente…

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Domingo 10 de marzo de 2024

Hola amor mío, padecemos ya varios días de lluvia, tiempo que aumenta mi cansancio físico, mental y emocional; está siendo una época dura, que sin tu apoyo y cariño se ve recrudecida y amplificada.

Días interminables, casi infernales, días vacíos de interés, pero cargados de obligaciones.

Recibo muchos consejos y apreciaciones inteligentes, incluso acertadas me atrevería a certificar, actuaciones, decisiones y cambios de conducta que probablemente me sacarían de mi situación, jiji, como si una mano amputada pudiese ser recuperada por el mero hecho de usar la otra para hacer lo que ya no puedes hacer con la perdida.

No se puede sustituir lo que no tiene sustitución, de la misma forma que no se puede recuperar lo irrecuperable, no se puede retroceder en el tiempo, ni se puede anular una decisión y que las consecuencias de ella sean revertidas.

No, solamente puedo aplicar paliativos, sucedáneos, cambios de dirección e intentar engañarme.

Quisiera tener la capacidad (seguramente no) de olvidarme de lo que tuvimos, de olvidar todo lo que me diste, de desterrar aquella felicidad para dejar sitio a una nueva, distinta, probablemente mermada, de tener la capacidad de hacer punto y aparte, pero, por mucho que pudiera desearlo, no la tengo, es imposible que la impronta de 33 años de relación pueda borrarse, diluirse o simplemente atenuarse lo suficiente para dejar que ese espacio quede libre para la ocupación de un tercero.

Se dice que cada decisión nos lleva a la persona que somos en cada momento, imaginar 33 años de decisiones conjuntas equivale probablemente al 60% de mi persona, por lo que cambiar ese 60%, fruto de nuestra vida en común, se me hace imposible, no se puede erradicar o modificar algo tan extenso e incalculable. ¿Cómo desechar cientos de miles de decisiones que tomamos juntos o por la familia? ¿cómo no verte en cada espacio, mueble, fotografía, incluso las calles que recorrimos juntos? No se puede realizar una cirugía precisa, que cercene y separe partes independientes, no hay partes independientes, para bien o para mal, al igual que tu enfermedad nuestro amor, nuestra relación ha causado metástasis en todo lo que ha tocado, abrazado, fundiéndose, inundando, impregnando y transformando todo, soy el producto de esa “infección”, lo mejor que jamás pudo ocurrirme.

Podría cambiar, con mi terquedad, a lo mejor rápidamente, pero después de casi 5 años, no me miento, NO TENGO INTERÉS ALGUNO EN CAMBIAR NADA. Podría ser pereza, miedo, culpa o cualquier otra causa, pero lo que he conseguido estos años, el lugar al que he conseguido ascender, creo que ya es un gran avance, la paz alcanzada, no exenta de mucho daño ni de incertidumbre, es un gran logro, han sido años de dolor descarnado y cruento, de situaciones extremas que a punto han estado de llevarme a lo irreversible, a duras penas, a costa de muchos daños colaterales, he conseguido estabilizar mi mente y emociones, arrinconar los pensamientos mas negativos, minimizar los comportamientos dañinos, enmascarar mi dolor, al fin me he adaptado y no creo que pueda hacer más, ni tampoco lo creo necesario.

A pesar del interés de terceros, no pienso que haya que resolver nada, no tengo por qué volver a tener lo que tuve, no es necesario emular una vida pasada, aunque es lo que me gustaría, tampoco me miento ya en esto, pero no veo la necesidad de tomar más medidas.

Apenas falta unos días para tu cumpleaños, iré a verte, si no llueve, me sentaré una vez mas a tus pies y compartiré unos minutos contigo, sangraré y destilaré una vez más mi tristeza ante ti y volveré a poner el contador a cero, Saldremos a comer juntos, honrando tu recuerdo y seguiremos así tanto tiempo como sea posible.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Sábado 2 de diciembre de 2023

Hola mi amor,  todo el día, todos los días escuchando música y siempre añado a favoritos la música romántica, la de amor, desamor, pérdida y todo lo que menciona lo maravilloso que es compartir la vida con la pareja ideal, o difícil que es vivir tras perderlo. Todos esos temas me recuerdan a ti, parecen estar escritos pensando en ti.

Me encantan y me duelen, te sientan a mi lado, me acercan tu presencia,  aunque cargada de aristas y púas, pero me gustan porque parecen narrar y describir lo que siento, me emociona que,  aún siendo solo la letra de una canción, se acerque tanto a lo que siento o sentí.

Tú eras mi musica. Te echo tanto de menos.

Te quiero mi niña,  mi princesa,  mi amor.

Domingo 12 de noviembre de 2023

Hola mi vida, ¡noviembre ya! Pasa el tiempo rápido, no importa la resistencia que opongas a su corriente, ni tan siquiera importa que nades a favor, cuando miras para atrás todo ha desaparecido ya.

Pocos sucesos sirven para jalonar estos años, todos muy parecidos, con distintos tonos de gris, con pequeñas manchas de color, a veces incluso grandes, pero poco duraderas. Cierto es que las olas con su vaivén y su continuo arrastrar han quitado el filo a mi caparazón, pero ahí sigue, romo y gastado pero indemne en lo demás.

Siguen siendo largos los días, al menos para mí, demasiadas horas para no tener algo valioso en lo que invertirlas, y paradójicamente pienso y deseo continuamente que llegue el momento de poder dejar el trabajo, de ser dueño absoluto de mi tiempo, como si ello fuese a permitir acelerar su tránsito.

Ya oscurece, se acerca esa franja en la que siempre me desoriento y desestabilizo, se aproxima el fin del día, pero también el inicio del siguiente, no estoy seguro de que temo realmente, que acabe un día más sin pena ni gloria o que esté a punto de iniciarse otro con nulas expectativas.

Estos días he soñado contigo, sin rastro de enfermedad, sin la certeza de saber que vivía un sueño mientras se desarrollaba, un sueño inconsciente de si mismo, aislado y verdadero. Que maravilloso sería poder invocarlo a demanda, decidir cada noche, ya en la cama, que soñar, ¡¡streaming onírico!!, da para una buena peli de ciencia ficción, bueno ya las hay. Espero se siga repitiendo y podamos seguir viviendo estos nuevos momentos de felicidad, disfrutar de sentirte a mi lado nuevamente, de prolongar esta oportunidad de emular una vida que ya no lo es.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Lunes 2 de octubre de 2023

Hola mi amor, transcurre un nuevo aniversario sin ti, un bonito día que se convierte en un día más, una conmemoración del amor que se degrada a una fecha más del calendario, otro día más en el paraíso.

Siento diariamente el deseo de escribir, de establecer esta pequeña comunión contigo, pero dejo que miles de pequeñas cosas, intranscendentes y carentes de urgencia ocupen mi tiempo y me aparten de ti. A veces pienso que es pereza y otras en cambio miedo a sentarme y pensar exclusivamente en ti.

En mis conversaciones cotidianas conmigo, recuerdo continuamente el libro de Rosa Montero, cuyo título expresa tan bien la sensación que más me embarga: “la ridícula idea de no volver a verte” y me comparo con ella, me veo en sus líneas, pero también me sorprende mucho las diferencias, como que ella abandonase su vivienda habitual, renunciar en un solo acto a todo lo que le recordaba a su marido, ¡Qué valentía! Yo en cambio me aferro a todo lo que era tuyo, atesoro cada prenda, cada objeto, cada abalorio, cada nota manuscrita que encuentro y soy absolutamente incapaz de desprenderme de nada.

Dos maneras, justamente opuestas, de vivir el duelo de una ausencia de la que es imposible recuperarse.

A veces quisiera ser capaz de hacerlo, recoger todo ese legado y archivarlo, dejar espacio para lo que deba venir, borrón y cuenta nueva, pasar página, comenzar de nuevo…

No soy capaz, supongo que será a causa de la edad, creer que a estas alturas encontrar de nuevo oro es imposible, llegar a la conclusión que con estos mimbres ya no se pueden hacer canastos, pensamiento negativo.

Creo que haré una nueva lectura del libro, quizás halle algo nuevo en él, quizás una nueva visión, tal vez una revelación.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

 

Jueves 10 de agosto de 2023

Hola vida mía, ¿Cómo pasa el tiempo verdad? 4 años separan las últimas palabras que me dirigiste del día de hoy. No fue una conversación plácida y agradable de pareja, no se produjo en un entorno amable y tranquilo. Fueron palabras difíciles de pronunciar y más difíciles de oír, palabras duras y a la vez sensibles.

Te echo tanto de menos mi amor, siento tanto haberte fallado…

Jamás permitiré que caigas en el olvido, ni mi propia enfermedad podrá sacarte de cada célula de mi cuerpo.

Han pasado 4 años desde tu partida, 4 largos y malditos años de una vida sin ti.

El próximo domingo pasaré a verte.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.