Mami, quiero escribirte y no puedo, me levanto temprano y me acuesto tarde, trabajando, realizando mis nuevas tareas y atendiendo a los niños.
Necesito escribirte, contarte mis cosas, pero me falta tiempo para dedicarte. Vivo hoy mucho mas atareado y estresado que cuando me postró la enfermedad y aun así debo seguir. No me lamento por ello, solo lamento que todo esto no me permite estar contigo tanto como necesito. Siento que te abandono, que no te presto la atención que mereces, una nueva injusticia que debo soportar.
Perdóname, este fin de semana estaré contigo, me abandonaré a ti, el domingo será nuestro, no permitiré que nadie impida que lo compartamos.
Te quiero mi niña, mi princesa mi amor.
