5 días ya sin ella
Cada mañana es peor, la sensación de cometer traición me acosa, no es que me sienta mejor, es como si estuviera embotado, aturdido, insensibilizado, eso es mil veces peor que el dolor cruento y descarnado, el dolor es catártico, siento hacer lo correcto, que estoy en el camino adecuado, rindiendo tributo. Eres mi princesa!!! ¿Cómo puedo estar indolente a ratos?
He estado recogiendo ropa, quiero ir cogiendo las habilidades domésticas que tenías, menudo reto!; al coger las toallas secas las he notado muy ásperas y he recordado tu truco, aquel que me enseñaste estando ya enferma, para volverlas esponjosas y suaves, bendita memoria decadente!!!, luego he mirado en el vestidor tu forma de doblarlas y las he guardado como a ti te gusta, como tú solías hacerlo.
Con algo de miedo a la quemazón inminente, he empezado a revisar cajones, para ver que contenían, pues ya no queda nada tuyo que guardar, salvo algunas prendas que he dejado donde las colocaste la última vez y esas, esas permanecerán ahí mucho tiempo ; tu camisa vaquera y tu bolsos cotidianos que llenan el salón con tu esencia y lo impregnan de tu presencia; ahí las soltaste la última vez que volvimos de la calle, la última vez que pudiste salir, las últimas prendas que te pusiste mientras eras persona, las últimas que contuvieron tu calor y tu calidez; temo el día que deba retirarlas ya sea para lavarlas o para dar por finalizada esta etapa, etapa que no sé como definir, nueva etapa, nueva vida, vida en muerte, muerte en vida, automatización de la vida, no sé como llamaré a este futuro por llegar.
He buscado tu alianza, por comprobar si puedo ponérmela en algún dedo, pero es tan pequeña… tenias unos dedos tan finos y delicados, tan hermosos y tan fuertes!!!, suerte que fotografié tus pequeñas manos durante tu última semana. Son fotografías muy duras, tu mano junto a la mía en una cama de hospital, con la via y la pulsera puestas, parecen inertes, te las hice mientras dormías esos largos sueños que preferías para evitar dolor, sueños que nunca sabré si eran reales o fingidos, tu entereza y tu fuerza posibilitan todas las opciones, pues si hay algo que has hecho estos últimos 2 años ha sido cuidarme con ternura y protegerme contra el dolor, hasta el punto de renunciar a las pocas horas que te quedaban para que no te viese sufrir, que injusto siendo tú quién morías quien haya tomado el control de la situación y quién haya tomado las decisiones más importantes, que injusto que tu enfermedad nos haya sorprendido saliendo de la mía, aún adaptándonos a nuestra nueva y espectacular vida, que poco duró, que cara se vende la felicidad, ¿por qué pagar un precio tan alto? ¿Quién la tasa? ¿Quién decide quien vive y quien muere? deseaba tanto llegar a la jubilación a tu lado, dar largos paseos, viajar sin prisa, cocinar juntos, pasar todo el día juntos charlando y compartiéndolo todo, que bella debías estar al alcanzar los 70 años, que felices disfrutando de nuestra vida, nuestros hijos y nietos!!!
Que bonito futuro que nunca llegará.
He de volver al presente, la mente se dispersa y el tiempo se agota.
Siempre has usado tu mesita de noche y un cajón de la mía, se que ahí guardas tus joyas y recuerdos de tu madre, tu comunión, tus tesoros mas preciados. revisando este cajón he encontrado un poema tuyo que nunca me enseñaste y las cartas de amor que te escribía con apenas 20 años, cuando al fin caí en tu red, escritas en trozos de cualquier papel, guardadas con cariño y cuidado, pero lo mas bonito es que esas cartas de hace 32 años, ya describían entonces tanto aquella época como esta, no habría que cambiar ni una sola coma, son un autentico canto desesperado al amor desnudo y sin parafernalias, un atormentado intento de describir la visceral necesidad del contacto permanente e imperecedero, una suplica al destino, para que se apiade de nuestro amor y nos dé tiempo para gozarlo juntos, algo que ha resultado un billete de lotería sin premio. Un canto que ha provocado la cólera del destino, una llamada que no ha sido escuchada. la promesa mas importante que jamás hice, rota y sin significado.
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retazos de amor
