Domingo 7 de diciembre de 2025 (76 meses, 2312 días en el paraíso)

Hola mi amor, ¡que invento la calculadora de tiempo entre fechas!, que útil, cual robot eficiente, poder citar la distancia que nos separa, como si dato esencial para examen fuese, tener controlado y medido el tiempo que tus cenizas acumulan acompañando a tus padres, que vital poder aclarar el dato a quien lo pida (nadie en 76 meses, 330 semanas, 2312 días).

Números, fechas, aniversarios, momentos que fijan un marcador en el calendario imperecedero que relata mi vida, chinchetas en un almanaque, mojones en mi camino, jalones de mi recorrido, paradas reseñables, memorables, paradas necesarias, obligatorias, importantes, definitorias, puntos de cambio, quizás el antes y el después, la encrucijada sin indicaciones, en la que estoy obligado a escoger una salida que no sabré a donde me conducirá, destino incierto, casi siempre indeseado.

Números, fechas, aniversarios… una buena, variada y gran mierda.

Estoy tan cansado…

Continuar es agotador, hay momentos de paz, días buenos, compañías agradables y reparadoras, reencuentros memorables, canciones alentadoras, pero nada tiene la envergadura suficiente como para ocultar un ápice lo que tu ausencia supone, apenas un chispazo en la perenne noche de mi existencia, apenas una pequeña rama en mi tormentoso naufragio, una aspirina para calmar el dolor de la amputación más doloras posible.

Hoy vuelven las lágrimas, tras muchos meses de sequía, algo de humedad que viene a regar un amor cercenado y malogrado, imposible de recuperar, una supuración que no llega para enjuagar tanta suciedad, tanta infección, ponzoña y veneno, lágrimas insuficientes para lavar una corrupción tan profunda, tan arraigada, tan inalcanzable.

TE echo tanto de menos…

TE necesito tanto…

Me hace tanta falta que me esperes a cualquier hora, que atiendas mis llamadas cuando, teniendo un mal día, recurro a escuchar tu preciosa voz y tus palabras de aliento para recuperarme, necesito cogerte de la mano en  cada salida, sentirte a mi lado, poder cogerte de la cintura al pasear, echarte el brazo sobre los hombros en cualquier parada, necesito que me pongas tus frías nalgas en mi cálido vientre cada fría noche de invierno, sentir tus pies helados entre los míos, compartir mi calor contigo, abrazarte mientras te acurrucas envuelta con mi cuerpo, usándome cual cálido y suave abrigo, necesito tus miradas de amor, de comprensión, de complicidad, sentir tus labios contra los míos, necesito volver a casa y encontrarte en la cocina preparando la comida, abrazarte por detrás, ceñir tu cintura y besar tu suave rostro o tu sensual cuello mientras tu te ríes y sacudes para librarte de mi, necesito tu compañía, tu contacto. Te necesito completa, te necesito viva.

Necesito no necesitarte cada minuto de cada día y necesito que termine este dolor, este vacío.

NECESITO QUE TODO TERMINE DE UNA VEZ.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

37 Visitas totales
31 Visitantes únicos
Total Page Visits: 1128 - Today Page Visits: 104

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *