Hola amor mío, esta frase de saludo cada vez me duele mas pronunciarla o pensarla, dirigirme a ti sabiendo que es inútil, que ni te llegará ni obtendré respuesta. Hacer las cosas sabiendo que no sirven para nada, no mengua la necesidad de hacerlas, me encuentro en la obligación de hablarte, de pensarte, de sentirte, de escribirte, lo deseo y lo necesito, a pesar del dolor, a pesar del sufrimiento.
No alcanzo a comprender el por qué, no llego a saber qué lo causa, otra más de mis incoherencias, siempre digo que no debo buscar explicaciones, pues no las hay, pero mi cabeza no entiende de razonamientos y siempre me pide explicaciones para todo, hasta para lo inconcebible y lo inexplicable, me obliga a analizar cada situación en la que intervienes, cada pensamiento en el que apareces, cada acción que motivas, como si todo tuviese un origen distinto, como si cada acto tuviese una distinta motivación, ¿Cómo es posible que mi cabeza no se hable con mi corazón? todos los actos, todos los pensamientos, todas las motivaciones son una sola y las circunstancias que la rodean, todo esto es sólo fruto del mayor amor que se puede profesar por una persona, el mayor amor que puede albergar un pecho humano, el inconmensurable amor que una persona puede llegar a desarrollar o hacer crecer por otra persona, que se convierte en su universo, por que tú, amor mío, lo fuiste todo para mi, mi aire, mi alimento, mi suelo y mi cielo, la materia con la que construía mi vida, mi existencia, todo en cada día de nuestra vida en común.
Tú, amor mio, eras la vida.
Y aun siendo tan sencillo y simple, no paro de analizar mi situación, mis pensamientos, mis actos, desperdiciando tiempo en otra futilidad más.
¿Por que no es posible convivir con la pena, el dolor y la soledad, como lo hacemos con un resfriado, un trabajo o cualquier situación cotidiana, simplemente asumiendo su existencia? al final todo parece especial, todo parece ser una circunstancia excepcional, que requiere una acción personalizada, a pesar de ocurrir todo el tiempo, todos los días.
De nuevo, cabeza y corazón no se ven, no se comunican, no comparten información, toman decisiones uno al margen del otro, provocando un estado de incertidumbre, de desasoiego, de desorientación, de impotencia absoluta.
Pero todo esto no importa preciosa, lo único que al final queda es que tú ya no estás y que yo he de continuar, sólo y sin ganas de hacerlo, porque las obligaciones me subyugan y porque los que me aman no se merecen mi renuncia, otra carga para mi Atlas particular.
Hoy un nuevo domingo para mis enrojecidos ojos, un nuevo domingo que pasar de la única manera posible, otro día más si mi niña, mi princesa, mi amor.
Hoy aún queda lo peor de la jornada, la noche, porque cuando llegue, la angustia alcanzará su punto álgido y mi resistencia se disolverá como un cubito de hielo en agua hirviendo, sucumbiré otra vez al desánimo y la pena. Maldiciendo una vez más mi supervivencia, deseando la muerte sin poder aceptarla, deseando el fin pero necesitando continuar, naufragando otra noche más, condenado a un dolor sin cura, a vagar en solitario por mi nuevo camino, recorriéndolo sin ti.
¿Será posible asumir una vida pesarosa y sin objetivos propios? como siempre la respuesta: no lo sé, tendré que recorrer ese camino para ver a donde me lleva, no importa lo que halle en él, la respiración simplemente te empuja a caminar y la respiración es un acto involuntario que no necesita de dirección ni intervención por mi parte.
Hay tantas cosas que hacer, había tanto camino que recorrer juntos, tantas expectativas, tantos deseos intensos por ver, vivir o realizar, tanto porvenir!!! ¿Cómo se balancea una ecuación así? ¿Cómo compensar una formula que solo resta y divide, como compensarla para que alcance el equilibrio? ¿Qué puede ser lo suficientemente potente como para, aún sin llegar a poner en positivo, al menos poder anularlo todo.
Es impensable, mi creatividad solo alcanza a generar opciones que son a todas luces imposibles, inapropiadas y perjudiciales, al menos por el momento, pues no sé cuanto tiempo se podrá sostener una situación como la mía, ¿Cuánto tiempo ha de pasar o que ha de ocurrir para que lo descabellado pase a ser atractivo y viable? se presenta una vez más la X irresoluble.
De nuevo mis pensamientos te echan a un lado para cebarse con mi locura particular.
Ya no soy aquel chico, que conociste y del que te enamoraste perdidamente, ni el hombre al que tanto amaste que maduró a tu lado, ni el compañero de todos tus viajes, el que te fallo en el más importante, el que nos separó, no, ya no soy ninguna de esas personas, sólo queda un despojo de ellas, un atisbo de cada una de ellas, una cascara vacía con apariencia y recubrimiento de normalidad, un contenedor de dolor, una simple máscara. Poco encontrarás de esa persona, sólo un amor que todo lo consume y un dolor que todo lo macula, que todo lo pervierte y desvirtúa.
Y esto sólo es mi lucha interior, la cual debo hacer convivir con la insignificancia de la vida real, con el comportamiento pueril y la falsas necesidades e hipocresía de tanto supuesto adulto. No es una labor sencilla, no es una labor que se pueda acometer sólo, ni es fácil de compartir este tipo de conocimiento personal, esta percepción privada y subjetiva de la vida, hacen falta compañeros de viaje, pero eso implica sustitución, algo impensable, no planteable, vergonzante e inapropiado.
Me duele mucho la cabeza hoy, debe ser la baja presión, el clima ya me afecta como si una fractura de huesos se tratase, o quizás sea esta nueva dolencia, que viene con sus propios síntomas, no sé, mi frase favorita. En definitiva el dolor es físico, es mental, emocional, anímico, real e insustancial, lo es todo y es nada, todo lo envuelve y todo lo tiñe de su propio color, lo envuelve con su propia negrura.
El maldito dolor que siempre acompaña a tu recuerdo.
Espero que llegue el día en que pueda recordarte con alegría, con nostalgia, con cariño, con intensidad, pero sin que me rompa en mil pedazos y em haga ansiar acompañarte.
Descansa en paz Mari Ángeles, mi niña, mi princesa, mi amor.
TE QUIERO Y TE NECESITO TANTO, MI NIÑA, MI PRINCESA, MI AMOR.




