Un sueño feliz, un regalo precioso.
Hola amor mío, esta noche he soñado contigo.
Ha sido un sueño maravilloso, lleno de consciencia, una bella oportunidad para el reencuentro. No sé como empezó, pero de buenas a primeras apareces en la habitación donde estaba, con el pelo muy corto pero abundante, creo que el mismo corte que te hiciste cuando el cabello comenzó su caída y tomaste la primera decisión real de tu enfermedad, decidiendo cortarte tu precioso cabello con lágrimas en los ojos, nada mas vernos, los dos sonreímos con una alegría espontanea y potente, los dos sabíamos que se trataba de un sueño, los dos reconocíamos que tú ya no estás entre los vivos, pero ambos apreciamos el regalo de poder vernos y sentirnos de una forma extraña y natural a la vez, así que nos abrazamos y nos besamos sonriendo como adolescentes, ¡¡¡y lo sentía todo tan real!!, por fin volvía a verte y a sentirte después de tanto tiempo, aprovechamos esos minutos y nos entretuvimos y deleitamos simplemente con el embriagador contacto, sintiendo el cuerpo el uno del otro, acariciándonos, tu espalda recostada sobre mi pecho, mis brazos envolviéndote y saboreando tu pequeño cuerpo, tu piel suave, viviendo con intensidad unos segundos regalados, todo ello sin hablar,
Ha durado muy poco, o poco es lo que recuerdo, pero la sensación de felicidad permanece a la luz del día.
¿por qué hoy un regalo tan caro?, no lo sé, pero ojalá se repitiese cada día, ojalá cada noche volvieses a visitarme, a darme tus besos y ofrecerme tu compañia y tu cuerpo unos minutos. Ojalá pudiese provocar estos encuentros.
La vida esta llena de ojalás y quizás.
Gracias amor mío.
Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

