Hola amor mío, comienza un nuevo fin de semana, un fin de semana en el que el único objetivo será superarlo sin desmoronarme cada minuto que estoy solo en nuestra casa, un fin de semana cuya única expectativa es ir al gimnasio o tomar «café» con algún amigo, un fin de semana carente de alicientes mas allá de mantener una casa limpia, realizar comidas saludables y acabar con toda la ropa limpia y planchada.
Aunque esto no es nada especial, es el día a día, trasladado a los últimos días de la semana.
Todavía no he sido capaz de sacar fuerzas para organizar tu armario, intentar que algunos amigos acepten algo de tu ropa, bolsos o zapatos, decidir si mantenerlo o entregarlo a caridad, revisar todas las fotografías que tenemos, digitalizarlas y distribuirlas por carpetas temáticas o temporales. me gustaría muchísimo hacerlo, muchos días me hago a la idea de hacerlo, pero luego no puedo, me digo que es por pereza, que no me dará tiempo, excusas simplemente para no hacerlo, seguramente porque aumentará esa profunda tristeza que me embarga todo el día, posiblemente para evitar el dolor adicional que implicaría, miedo en definitiva a revivir, reavivar y aumentar todos las emociones que causan tu ausencia.
Nunca me he sentido tan inseguro, tan cansado, tan incompleto…
Te quiero amor mío, mi niña, mi princesa, mi amor.
