Todo permanece, aún sin ti.
Buenas noches mi princesita, no puedo contener las lágrimas una vez empiezo a contarte mi día. Solo saludarte ya es una aguja clavada en mi cerebro.
Un dia más en el paraíso amor mío, una ironía más de la vida, un eufemismo de la presencia del infierno en la tierra.
Hoy, como todos los días desde tu marcha, he vuelto a contemplar como la vida continúa, como las personas avanzan indemnes a tu pérdida, como, incluso yo, he de continuar a ratos como si nada hubiese pasado, comportándome por momentos como si mi vida fuese normal, plena y feliz.
Es tan duro asimilar que tu ausencia no significa gran cosa, tengo que cambiar todo aquello en lo que figuraba tu nombre y sustituirte, como si una bombilla fundida fueses, algo tan cruel debería ser innecesario, deberían existir mecanismos para no hacer pasar a nadie por este trance, estoy obligado a borrarte, a eliminarte, a sustituirte. Que inhumano!!!, pero que necesario para la humanidad digital, los datos sustituyen a las personas y cuando las personas desaparecen los datos se desvanecen.
Todo permanece, todo continúa, la maquinaria no se para, 7.000 millones de seres en continuo relevo, unos se van y otros llegan, asi es la vida, así hay que aceptarla. O NO, PORQUE YO NO SOY CAPAZ DE ACEPTARLO.
TE QUIERO MI NIÑA, MI PRINCESA, MI AMOR.
