Buenas noches princesita.
Te imagino sonriendo, como hacías siempre con este diminutivo tan cariñoso, nunca despreciaste mis continuas muestras de amor, nunca te cansaste de mi romanticismo decimonónico, desfasado. Aceptabas con cariño mi cursilería y me permitías abusar de su uso. Cuanta paciencia tuviste conmigo!!!
Voy haciendo poco a poco cosas que deberíamos haber hecho juntos, que teníamos proyectadas emprender de la mano, que tu enfermedad nos impidió culminar. Cuando las termino siento un orgullo triste y desvaído, porque deberíamos haberlo hecho juntos, porque sé que te habría encantado y que al igual que yo, habrías disfrutado con su logro.
Por fin he aprendido a cocinar algunas cosas, ya soy capaz de coger carne cruda, manipularla y prepararla, de pasar horas limpiando, cocinando, poner lavadoras, hacer la compra, lo que hacías tú a diario, aunque de una forma menos eficiente. Te hubiese gustado conocer este nuevo esposo, aunque jamás habrias permitido que lo hiciese, nunca si tu hubieses estado bien, pero se que te sentirías orgullosa de mí.
Pero me hace sentir tan triste!, tan mal!, porque la vida sigue y yo continuamos, aún sin ti. Porque yo no deseo que todo esto continúe, porque quisiera que el mundo se hubiese parado en el ultimo minuto donde aun éramos felices y ajenos a toda esta mierda, porque no sé como continuar sin ti, porque no creo que pueda conseguirlo, pero sobre todo porque no quiero hacerlo.
Hoy domingo sigo añadiendo estas líneas donde lo dejé ayer, porque en definitiva poco importa la fecha o el dia, todos los días son iguales, una vida sin ti es un instante eterno en el infierno.
Como cualquier domingo o como cualquier día de la semana, o como cualquiera de los días de estos meses pasados, el dolor me sigue alcanzando, paralizándome y dejándome aterrorizado por lo que me espera, por lo que supondrá despertarme y acostarme un día y otro, sólo, en nuestra cama, en nuestra habitación, vagar por nuestra casa, sintiendo tu ausencia en cada objeto, cada acto, cada olor y cada latido de mi muerto corazón.
Necesito verte, necestio tocarte, besarte, acariciarte, escuchar tu voz, disfrutar de tu risa, tumbarnos juntos, abrazarnos, amarnos, despertar juntos, proyectar, maquinar, incluso enfadarnos, para luego reconciliarnos. ¿acaso se puede vivr con tantas necesidades imposibles de satisfacer jamás?
No lo creo, y sin embargo debo continuar.
La vida crece sin ayuda, sin mi ayuda ni connivencia, no me necesita.
La vida es maravillosa a pesar de si misma, ni tan siquiera nos pertenece, solo somos un contenedor que la alberga por un tiempo determinado y sobre el que no tenemos el control que desearíamos.
No se que decirte amor mío, solo sé lamentarme y eso si es algo que te cansaría rápidamente, porque tu eras una luchadora infatigable, aunque no invencible, tú, la fuerte de la familia, la que tirabas de todos y a pesar de ello la primera en sucumbir…
No puedo continuar, hoy no. ni siquiera corregiré este desdichado e inconexo texto.
Mañana será otro día, por desgracia… un nuevo día… un dia más en el paraíso.
TE QUIERO MI NIÑA, MI PRINCESA, MI AMOR.

