Evolución forzada
Buenas noches vida mía, hoy ha sido un nuevo día para olvidar, otro día que pasa sin pena ni gloria, un nuevo día igual a los que le precedieron, un día cargado de amargura y pesar.
Mi posición ante todo lo que me rodea ha cambiado mucho, percibo con facilidad los errores esenciales en los que cae la gente, presencio continuamente comportamientos hipócritas e incoherentes de muchas personas. Estamos todos desorientados, no tenemos nuestros sensores debidamente calibrados, continuamente valoramos nimiedades como asuntos de vida o muerte, o recibimos palabras amables como afrentas a nuestra persona.
Es lamentable y triste ser el único espectador de una obra grotesca y sin sentido, en la que todos somos actores principales y representamos el papel al que todos deben subordinarse.
Supongo que yo también actúo igual, pero a pesar de ello siento que mi consciencia se ha expandido, que ciertas percepciones se han potenciado, que comprendo más o mejor las situaciones y comportamientos que presencio.
Siento que la apatía y el desinterés me dan una perspectiva que antes no poseía, es como subir un nivel, como pasar de curso.
No sé por que te lo cuento, no es algo que sirva para nada, si acaso me perjudica. Pero puede ser un síntoma más de la evolución que voy sufriendo a lo largo de estos meses, como si despojarme de lo que me hace humano acentuase otras características menos viscerales, parece que me volviese más objetivo, más calculador, más enfocado a alcanzar objetivos que a disfrutar de los logros.
Parece que, simplemente, unas paranoias sustituyen o relevan a otras.
En definitiva, veo que no se disfruta la vida como debería hacerse, no se valora a las personas tanto como se merecen, no apreciamos el cariño ni la amistad, ni aún teniéndolos delante. Desperdiciamos nuestro valioso y escaso tiempo de forma irrevocable, solo para alcanzar objetos y fines, que no hacen nada más que potenciar más pérdida de tiempo y distanciarnos unos de otros.
Es una desperdicio usar la vida para alcanzar fines materiales, cuando podríamos dedicar nuestros recursos a paladear la buena compañía, a disfrutar de un cálido abrazo, a saborear un beso con amor, a sentir un apretón sincero de manos, a compartir nuestros buenos sentimientos sin que se consideren acoso o sean menospreciados, a sentarnos junto a quien queremos y poder echarle un brazo por los hombros o coger de la mano, y que sólo se entienda como un acto de amor platónico, pero en su sentido verdadero, tal y como lo definía Platón, sin connotaciones sexuales. Hay tantos buenos actos realmente valiosos y que no requieren inversión, más allá de la voluntad de hacerlo!!!
En definitiva, solo intento decirte que necesito compañía, necesito sentir el cariño que antes me dabas tú, estar con alguien que me comprenda como lo hacías tú, la tranquilidad de saber que entienden mis palabras y mis actos sin el condicionamiento que la sociedad y la televisión han introducido en nuestras cabezas. Es algo tan difícil de encontrar…
TE ECHO TANTO DE MENOS, MI NIÑA, MI PRINCESA, MI AMOR
