Hola princesita, un finde más en el paraíso, un día más cargado de duras decepciones.
Hoy, si no tuviese tantas cargas, me habría ido contigo a pesar del miedo que me da hacerlo, hoy lo habría hecho sin dudarlo un momento, una rápida decisión y juntos de nuevo para siempre.
Es tan terrible que este cariño y este amor que sigue generando mi cuerpo, mi ser, no pueda ser entregado, ni compartido, ni tan solo aceptado y casi siempre sea rechazado, esto no es algo que pueda dejar de hacer voluntariamente y al final se acumula y se emponzoña, se envilece, se pudre y me lleva a la desesperación, al odio, a una mayor y mas amarga soledad, me hace desear la violencia, obligar a todo el mundo a verme, a sentirme, a aceptarme a las bravas, desata en mi la inquina y la ira, pero a la vez mata aun más lo que ya está moribundo, ¿tan difícil es ver que alguien se muere si no lo diagnostica un médico?
Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.
