Hola amor mío, se que te he tenido abandonada estas últimas semanas, soy consciente de ello y no he estado exento de dolor por hacerlo, pero no disponía de un periodo de tiempo suficiente y tranquilo para sentarme y, con calma y en paz, contarte algunas cosas.
Hoy Amazon me mostraba fotografías de las últimas vacaciones, concretamente una fotografía preciosa que me hace llorar de pena, pues es una imagen de paz y armonía que me pone los pelos de punta, es una fotografía que te muestra cuan hermosa eras, un tanto distraída, disfrutando con serenidad de una bonita playa.
Te echo tanto en falta…
Hoy duele mucho pensar en ti, fluyen las lágrimas caudalosas como ya hacía tiempo que no ocurría, muchas cosas están ocurriendo a la vez y me encuentro muy desorientado, casi prefiero mi apatía habitual y mi soledad a este nuevo dolor, paralelo al sempiterno vacío de tu ausencia, pero que también suma y se deja sentir como algo nuevo y angustioso
He dormido mucho esta noche, no me apetecía levantarme, estoy confuso y la cabeza da vueltas sin sentido ni objetivo, me cuesta centrarme así que decido actuar como cualquier sábado, afrontar las rutinas de casa, con la radio de fondo y la mente ocupada en la organización de las tareas a desarrollar.
A pesar del descanso me encuentro agotado. Hoy será un día triste así que intentaré parar poco y consumirlo lo más rápido posible.
Teniendo en cuenta las dificultades que cada día se presentan, la soledad no parece ser un mal lugar para vivir.
Te quiero tanto mi niña, mi princesa, mi amor.
