Lunes 25 de octubre de 2021

Hola vida mía, un nuevo y largo fin de semana superado, aunque no tiene ningún mérito, ese dolor vivo y lacerante que fue tu muerte se ha ido mitigando, se ha ido reduciendo, ya no está tan superficial y al alcance de lo cotidiano, cierto es que no hay minuto en el que no te añore, o tarea en la que no te vea, o lugar en el que no sienta tu presencia, sí, permaneces conmigo todo el día, pero ahora no es una ausencia asesina, no es un continuo apuñalamiento a mi corazón, ha mutado a una presencia tenue, a un acompañamiento cariñoso y suave a una desazón conocida, a un misterio resuelto, sí, ahora formas parte de mi ser a otro nivel, ahora eres una parte indivisible de mí, un miembro fantasma, presente pero no visible, perceptible a los sentidos aunque no a la vista.

Sí, en este largo fin de semana, de nuevo, ha habido revelaciones, este fin de semana he pensado en nosotros en pasado y en mi en presente y futuro, he consolidado el dolor permanente, he verificado tu presencia inalienable, he acordado que no te sacaré jamás de mi vida, obviamente porque no quiero, pero también porque deseo esa presencia cálida, dulce y preciosa que te representa en mi mente.

Este fin de semana, vuelvo a aceptar que te has marchado definitivamente, vuelvo a concienciarme de que así es y así será siempre, pero a la vez pienso en mi como algo vivo, con necesidades, con opciones aun sin definir, con objetivos aun sin buscar, con cualidades humanas que me hacen imperfecto y ansioso.

Sí, sigo siendo una persona viva, aunque sea solo un poco, pero esa parte viva ahora reclama atención, recuerda necesidades olvidadas o arrinconadas violentamente, esa parte viva que te siente y añora, también detecta que hay carencias que quizás haya que cubrir, quizás insinúa que hay deseos que deban ser mirados de frente y ser afrontados con valentía, esa parte viva reclama y reclama con fuerza.

Esa ha sido la revelación, ahora tengo que ver que hago con este nuevo conocimiento, como enfrento esta nueva etapa, como concilio una vez mas mente y corazón, como combino culpabilidad y necesidad, como compatibilizo vida y muerte.

Ahora, cuando he percibido esta nueva realidad, deberé adaptarme a ella como a las otras que han ido surgiendo tras las anteriores, debo buscarle un sentido y una forma de encajarla, darle forma si es posible o desecharla cuanto antes si no es viable.

He de enfrentarme a lo que más miedo me da, he de mirar a la vida a los ojos, quizás hablarle, quizás relacionarme con ella, quizás disfrutar de su compañía, no me parece que vaya a ser una tarea fácil o agradable, pero ya no quiero mentirme más, debo afrontar esta nueva realidad con honestidad, debo tratarme con honradez, debo entenderme y dominar mis demonios.

No sé cómo lo haré, aunque hay muchos aspectos que lo harán, probablemente, más fácil, mi dificultad y mi negativa a las relaciones con los demás ralentizarán el proceso, permitiéndome vivirlo despacio, sin agobios, sin ansiedad y posiblemente volviendo caducas y obsoletas algunas necesidades.

Me da mucho miedo decirte lo que esconde tanta palabrería casi vacía, casi sin sentido, pero aun sabiendo con total nitidez lo que siento, es una cruel garra que sujeta mi mano e impide transcribir lo que siento, me asusta decirlo en voz alta o escribirlo, siento pavor solo de pensarlo.

Te echo tanto de menos princesita…

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Martes 12 de octubre de 2021

Hola vida mía, tan solo son las 16.30h, el día se está haciendo largo, las tardes siguen siendo interminables, como hasta ahora me desinflo tras la comida, me cuesta hacer cualquier cosa que pueda abstraerme, supongo que le ocurre a todo el mundo.

Es curioso y contradictorio, pensar continuamente en la jubilación, en dejar de trabajar (algo que en definitiva me ayuda a sobrellevar la semana) para estar siempre en casa, sabiendo que cuando estoy en casa todo el día, las horas pasan con extrema lentitud y los días se hacen largos, si pudiésemos pasar a triple velocidad la tarde!!!.

Sigo amparándome en el cansancio, en el ejercicio físico para soportar los días, el agotamiento físico es lo que con mas eficacia impide cada día mi derrumbamiento, ese microclima, de cansancio y reto continuado, creo que me hace mas fuerte mentalmente a la vez que algo ayuda a mantenerme activo y no degenerar rápidamente.

Estoy cansado, muy cansado, todo esto es insoportable, tanta soledad me destroza, pero sé que no hay opciones, lo acepto, aunque saberlo y aceptarlo no merma lo más mínimo el daño que causa tanta maldita soledad.

Sentirme solo todo el día y añorarte es la misma cosa, no paro de tomar consciencia una y mi l veces al día de que mi vida ya terminó, de que no importa lo que haga o como logre terminar cada día, tan solo soy un ventilador girando sin parar, inagotable, invariable, dando vueltas millones de veces sobre el mismo eje, sin llegar a ningún sitio, sin moverse un mm del punto de partida, así me siento, un mecanismo, una herramienta que cumple sus funciones y que antes o después habrá terminado su vida útil, se habrá amortizado por completo y solo quedará el desecho, el destierro y la sustitución.

No, hoy no me siento especialmente constructivo, ni remotamente alegre o al menos neutro, hoy es un día de mierda, un día mas en el paraíso, otro día que superar, otro horizonte que alcanzar, otra cima que coronar, tan solo para encontrar otro igual al otro lado.

No, hoy no es un buen día para escribir, ni para vivir, hoy, un día más en el paraíso, es solo eso, otro día, del que podría haber prescindido, otro día desperdiciado, otro día que podría haber estado alimentando gusanos.

La vida sigue, como no para de decir todo el mundo, y no hay un escenario peor que ese en concreto.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Sábado 2 de octubre de 2021

Hola vida mía, hoy te he olvidado.

Hoy es nuestro aniversario.

Hoy me levanté más triste de lo habitual, pensé que simplemente sería un nuevo y largo fin de semana, un día o dos más en el paraíso.

Decidí luchar contra él, me propuse que no me machacase desde primera hora, así que empecé a trabajar temprano, me fui al gimnasio por la mañana, algo que no hago nunca, necesitaba engañarme para superar el día, agotando mi cuerpo, para que poca energía llegase al cerebro, dos horas de gimnasio, varias lavadoras, limpieza y comida.

Hoy se presentaba como un día triste, algo más que los anteriores, se me saltaban las lágrimas de vez en cuando, no entendía por qué, te recordaba en todo lo que hacía, en mis mensajes de hoy, en todo lo que veía en televisión, seguía sin entender por qué hoy podía estar hundido sin haber tenido tiempo para pensar en mi soledad, aún así, seguí luchando contra la desesperación y puse todo mi empeño en no hundirme. Tenia que vencer esa incomprensible añoranza que me estaba embargando continuamente.

Ahora a las 18.30h, me digo: hace tiempo que no te escribo, voy a ser fuerte, voy a contarte como me encuentro, mis sensaciones de hoy, mi última revelación, “mis progresos”

Así que reúno valor y voy pensando, mientras recorro el camino del salón al despacho, que contarte, le voy dando forma en mi mente, ya tengo algo sobre lo que escribirte hoy, porque, aunque no hay grandes cambios, hay pequeñas variaciones y hoy me sentía fuerte, hoy me sentía poderoso, hoy podría ser positivo, hoy tenia cosas alegres que contarte, hoy podría darle la vuelta a la tristeza que me amenazaba desde que me levanté, porque hoy me estaba esforzando en no sucumbir y parecía que lo estaba consiguiendo.

Hoy podría haber hecho algún avance.

Hoy había decidido ver solo lo hermoso que ha habido entre nosotros, recordar todo lo bueno que me diste…

Pero hoy, ahora, cuando me siento frente a la pantalla y por fin empiezo a escribir, cuando anoto la fecha veo que hoy es nuestro aniversario, me siento confuso, reviso la fecha, pues no creo que sea cierto, absolutamente incrédulo miro el libro de familia, tengo que verificarlo, lo que veo me hunde en la mas profunda tristeza, me parte el alma, desata mi angustia, no puedo creer que inmerso en tanta lucha, en tanto recuerdo, en tanto optimismo, me haya olvidado de ti, haya olvidado que hoy cumpliríamos 29 años casados, que hoy celebraríamos por duplicado nuestro aniversario, pues nos casamos no una sino dos veces, nos casamos dos años seguidos en la misma fecha, por lo que nuestra conmemoración es doble.

Sí, hoy es nuestro aniversario y yo, que tanto te amo y tanto sufro porque ya no estas conmigo, lo he olvidado, hoy cuando la lucha tenia razón de ser, vuelvo a hundirme, vuelvo a ver que soy una persona incompleta, una persona deshecha, otra persona, muy distinta a la que te enamoró.

Lo siento tanto amor mío, añoro tanto tu presencia, es tan grande y dolorosa tu ausencia…

No sé que haré ahora, seguramente saldré a la calle a vagabundear un rato, a ver pasar gente, a mirar parejas en sus momentos cotidianos e intranscendentales, a verte y recordarte en cada una de las mujeres con las que me cruce.

Sí haré eso, me voy a cambiar, iré a comprar algo para la comida de mañana, me deleitaré con las caras felices que pueda encontrar, envidiaré cada mano prendida con amor por la mano de su pareja, envidiaré todo aquel que vaya acompañado y me sentiré mal por haberlo tenido y no haberlo valorado, pensaré en mí, en lo que queda, en lo que sufro y pensaré en ti, que no verás crecer a tus hijos igual que yo apenas disfrutaré presenciándolo, me mortificaré reviviendo el dolor de saber que ya no te harás mayor a mi lado.

¡¡Feliz aniversario vida mía!!

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.