Jueves 31 de diciembre de 2020

Un año sin ti.

Hola vida mía, pronto acabará el año, pronto empezará uno nuevo, otro año más sin ti, otro año más sin mí.

Ha sido un año completo sin tu presencia, un verdadero infierno, no creo que el que ahora llega pueda aportar algo positivo, las fuerzas van menguando, la capacidad de regeneración ya apenas existe, poco a poco, he ido perdiendo mi humanidad, mi sentir, mi empatía, mi capacidad de relacionarme, ya poco me importa algo, casi no queda nada que atraiga mi atención o desate algún deseo en mí.

La vida se ha convertido en un observatorio del tiempo y las personas, cada día solo ofrece tiempo para pensar, un espacio para trabajar, una pesadilla que no tiene fin, un bucle de infelicidad.

Ya no me apetece salir, ya no me apetece hablar, ya no me apetece hacer nada con nadie, no disfruto nada de aquello que alguna vez tuvo valor, las cosas que una vez apreciamos y disfrutamos carecen ya de todo sentimiento.

Llega otro año, triste y solitario, un nuevo año para vivir desde el borde, para observar desde el exterior, para dejar transcurrir e intentar sobrevivirlo.

La vida es una mierda, es un sendero lleno de decepciones, de necesidades imposibles de satisfacer, de aislamiento y de inestabilidad, un sendero transitado por geste repulsiva, gente desagradable, egoísta y fea en todas sus posibilidades, aunque también haya gente hermosa no soy capaz de mirarme y reflejarme en ellos.

Hoy, un nuevo día en el paraíso, un día que no pasará a la historia por su grandeza, un día para olvidar, un día en una vida sin ti.

El año que viene, daré de baja tu teléfono, cerraré tu cuenta de Gmail, eliminaré tu cuenta de instagram, el año que viene dejarás de existir un poquito más, y yo, yo simplemente me volveré un poco más transparente.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

Domingo 27 de diciembre de 2020

Sólo me quedas tú??.

Hola amor mío, vuelvo otra vez a ti, una vez más, a causa de la desesperación.

Todo me recuerda a ti, todo rezuma tu esencia, todo aumenta tu ausencia. El dolor va pasando, pero lo que deja al descubierto es aun peor, la tristeza y la apatía que ocupan su lugar son imposibles de vaciar; el dolor remitía con el agotamiento, se podía controlar con el llanto, pero lo que ahora surge se alimenta del cansancio, se fortalece en el desánimo, se vuelve más virulento con la desesperanza.

Esta sensación que no cesa, que no deja espacio para otras cosas, es muy fuerte, es demoledora, acaba con cualquier deseo de acción, toma el control, me domina y abate, ya ni tan siquiera quiero ayuda, solo deseo estar solo y vivir mi pena a mi ritmo, sin intromisiones, sin compañía, sin aliento.

Se que todo es una ficción, un juego envenenado de mi cabeza, pero no puedo sustraerme, me secuestra y se superpone a todo lo demás.

Aunque tampoco importa, estoy muerto y no se puede reanimar un corazón muerto y seco.

Esta tristeza tan profunda me corroe, este futuro tan cierto como inevitable, pinta de negro todo deseo y anula cualquier ímpetu.

Continuar este negro camino es lo único que queda, no importa el precio, no importa el tiempo que consuma, no importa absolutamente nada, es como la noche esta ahí, todos la ven, todos la sienten, todos los días aparece, casi nadie la desea, pero es necesaria y nadie puede cambiar su ritmo, ni despojarse de su influjo.

Siempre eres un bálsamo para mi maltrecha mente, pero cada vez te necesito más y esta pantomima no sé durante cuánto tiempo seguirá siéndome útil, a veces pienso que todo es inútil, una ficción, sé que no me escuchas, sé que no me ves, sé que no me sientes… por el momento puedo hacer como si no fuese cierto, pero temo el día que deseche esta última salida.

Siento como me voy cerrando, como me encapsulo y me vuelvo cada vez más hermético, no sé si es lo que deseo o simplemente es una etapa más del camino, ajena a mi voluntad o algo inconsciente, pero me encuentro mucho mejor y mucho peor cuando estoy solo, cuando estoy imbuido en mis procesos mentales, supongo que no es demasiado sano, pero ¿acaso lo es perder lo que más amas y necesitas?

Muchas veces me doy cuenta de mi comportamiento egoísta e infantil, cuando pienso que nadie ha amado a otra persona como yo te he amado, en el fondo se que es incierto, pero me siento un bicho raro e incomprendido, ver que todo sigue y que tu ya no formas parte de nada, ni de nadie, es tan injusto y antinatural…

Hoy no me estas siendo de mucha ayuda, voy a seguir haciendo cosas, tus cosas, en casa, tu casa, quizás la música alta me ayude a olvidar este pesar un ratito o quizás no…

Te quiero princesita.

Domingo 20 de diciembre de 2020

La Navidad eres tú.

 

Hola preciosa, han pasado demasiados días sin pasar a hablar contigo, aunque no es del todo cierto, pues hablo contigo a diario, esas conversaciones mentales en las que seguimos hablando cada día y cada noche, pero no me centro igual, si no lo escribo, la conversación termina pronto, pues siempre hay interferencias que secuestran mi mente, ya sabes lo que me cuesta concentrarme, así pues, la escritura consigue focalizar esa atención huidiza, que con facilidad se escurre a través de mi sumidero mental.

Preciosa, que bonita forma de llamarte, una palabra que ya es agradable al oído y hermosa en la mente por las imágenes que asocia, tu sonrisa, tus ojos, tu rostro luminoso.

Sí, preciosa te definía muy bien, pues todo era bonito y hermoso en ti, lo que se podía ver y lo que se podía intuir o apreciar estando contigo.

Estar contigo, una definición sencilla de la felicidad, con que simpleza podría haberte explicado el significado del objetivo de todos, pero que realmente pocos persiguen conscientemente, o mejor dicho que pocos aceptan abiertamente, porque es más fácil perseguir cosas materiales, adquiribles con papel o algo de metal, mucho más fácil que trabajar denodadamente para alcanzar un estado de gracia, que implica poner mucho empeño y demasiada energía, sobre todo sin con unos simples sucedáneos (posesiones) podemos emular dicho estado.

La vida no es simple a pesar de parecerlo, pero si nos limitamos a navegar por la superficie, o cerca del borde, podemos eliminar muchas complejidades y vislumbrar la felicidad, lo que puede ser suficiente para muchos, o lo único a lo que aspirar para otros.

Pero cuando la pierdes… ah, eso si es jodido, aunque depende de lo que realmente hayas perdido, que posibilidad o capacidad de recuperarlo o restaurarlo tengas, porque si es la muerte quien te la arrebata, ay princesa, ahí has perdido, ahí no quedan opciones, porque cuando es la muerte la que te arranca tu felicidad, ese muñón es imposible de restañar, esa herida ya jamás curará, esa brecha jamás cerrará, esa nueva oscuridad que te envuelve ya jamás se desprenderá.

Mi preciosa niña, te echo tanto de menos…

El tiempo sigue pasando, las fechas pasan ante mí, sin impregnarme, al contrario, parecen ir gastando y mermando mis emociones, inmerso en una muerte emocional, que solo deja espacio para respirar, para moverme, para hacer todo lo que sea necesario, para convertirme en un autómata perfectamente programado, un cascaron insuflado de una pseudovida artificial, basada en el desempeño y ejecución de funciones.

Este estado lamentable del ser me posee cada día y me pasea indolente ante tus fotografías y tus recuerdos, me permite fijarme en ti con una extraña añoranza, mas dolorosa por lo impersonal que se va volviendo que por el daño infligido, se convierte en una herida de labios retraídos y cauterizados que no cierra, pero aun rezuma hiel.

Prefería mil veces el dolor y la conciencia descarnados, antes que esta sensación de vacío, de atemporalidad, de desapego que me permite continuar con un simple encogimiento del alma.

El alma, que palabra mas bella y que poco significa, que es el alma sino la suma de todos esos criterios que conforman nuestra conducta, que hacen lícitos nuestros deseos y aspiraciones, todo ese pensamiento secreto que rige nuestras decisiones y nuestros actos, que no siempre tiene el control, pero que cuando lo hace o se lo permitimos, nos suele convertir en mejores personas, pero todo esto es mentira, no hay alma, no existe esa parte etérea e idealizada del ser humano, el ser humano es un animal más, muy sofisticado, muy complejo y muy extravagante, que permite que se añadan nuevos elementos a su instinto, creando el albedrío, convirtiendo la toma de decisiones en algo voluntario y razonado, no necesariamente para la satisfacción de una necesidad, sino para la consecución de un nuevo objetivo, el deseo, algo antinatural que ha provocado la separación de nuestro camino del de la naturaleza animal, regido por el instinto.

De nuevo desvarío, los fines de semana son demasiado largos, los días sin ti son infinitos y mis capacidades son demasiado limitadas para un horizonte tan vasto, divagar ayuda a recortar y parcelar ese horizonte, o quizás no, quizás simplemente mi mente es la que es, la que aparenta ser, la que ejecuta lo que es capaz de ejecutar, la mente enferma de un cuerpo enfermo, Porque ¿Qué es una persona sin deseos? Un animal vestido de persona, algo que no encaja en la sociedad, un animal sin especie, un humano sin tribu, un ser solitario e inútil.

El caso es que hoy no quería hablarte de esto, solo quería encontrarme un ratito contigo, sentirme triste y llorar un rato, pasear de tu mano, sumido en los recuerdos, recobrar algo de aquellos sentimientos que me hicieron humano, mirando tus imágenes, sintiendo la angustia de la soledad, pero ni de eso soy capaz.

¿será la navidad? ¿será la mutación del dolor? ¿quizás la aceptación?, quizás sea todo o quizás no sea nada, esta puta manía de buscar explicaciones a todo me agota y desespera, la búsqueda de respuestas crea más pregunta que las que responde, pero aquí sigo, tropezando una y otra vez con el mismo obstáculo, la vida.

La navidad está encima, esa época en la que te esmerabas en cambiar la casa, en impregnarla de ese “sentimiento navideño”, que te generaba dosis extras de energía, que te aceleraba, que ensanchaba tu sonrisa y aumentaba tu paciencia, que sumaba horas de trabajo sin que afectase a tu alegría.

La navidad, ¡¡te esforzabas tanto en algo que nadie apreciaba!!, le dedicabas tanto esfuerzo, esperando que ayudase a crear ese ambiente hogareño, de amabilidad, de paciencia, de generosidad, de entrega, para tras

tanto trabajo nadie lo valorase adecuadamente…

Buscar el mejor lugar para montar el árbol de navidad, hacerle un hueco, adornarlo con esmero, iluminarlo, añadir cada año algo nuevo que lo dotase de una identidad distinta, luego desembalar el nacimiento, crear una escena real y bella, con sentimiento y credibilidad, ¿para qué? ¿para quién?

Siempre lo hacías por la familia, traías la navidad a casa, sin saber que la navidad eras tú, que tanto esfuerzo realmente solo te desnudaba y nos dejaba ver tu interior, para que percibiésemos esa luz que siempre llevaste dentro, para que nos iluminases con tu bondad y tu alegría.

Lo siento amor mío, la navidad salió de casa contigo y no sé si volverá alguna vez, no lo creo, pero tampoco me importa, pues nada me importa una mierda, y la navidad, ciertamente, murió cuando lo hiciste tú.

Nos vemos pronto preciosa, nos veremos pronto.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor, mi estrella de navidad.

Martes 8 de diciembre de 2020

Hola vida mía, hoy te he echado mucho de menos, que novedad!! y eso que todavía es temprano, el día aun da para mucho.

Hoy no paro de preguntarme cuantas veces puede uno intentar levantarse, lo importante no es levantarte una y otra vez, lo que necesito saber es cuantas veces podré levantarme.

Cada vez que me levanto tras una caída (¿10,15, 20 veces al día?) enseguida llega el tren y me vuelve a atropellar, levanto un poco la cabeza e inmediatamente recibo un garrotazo que me postra una vez más, ¿Cuántas veces podré seguir intentándolo antes de tirar la toalla?, ¿durante cuanto tiempo aguantaré golpe tras golpe, sin tiempo para recuperarme?.

No intentaré engañarte, me da igual, solo era curiosidad. Solo me importa el momento en que pueda reunirme contigo.

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.

 

Lunes 7 de diciembre de 2020

Hola amor mío, vengo a ti, una vez más, cuando la soledad atenaza mi ser, otra vez, eres la única salida a esta perturbadora soledad, a este silencio, que grita en mi cabeza, que susurra a mis oídos, que no para de decirme que ¿Qué hago yo aun aquí?, este silencio ensordecedor que no hace sino poner de manifiesto la más absoluta soledad que significa vivir sin ti.

El dolor va perdiendo terreno, es la soledad quien se lo arrebata, la soledad arrastra todo lo que existe o podría, quizás, alguna vez existir.

La soledad minimiza todo, le quita color, sabor, emoción, deseo, fuerza, la soledad lo mina todo, lo reduce al fino polvo que pavimenta la garganta del sediento, realza lo malo y empequeñece lo demás, solo me permite un pensamiento.

¿Cómo afrontar un camino tan largo, con este vil compañero?, no es posible, y aun así hay que seguir andando, camina o revienta, o más bien revienta y camina, porque no importa lo que ocurra, el camino hay que transitarlo.

Una vez más lo siento, siento que la negrura de la soledad lo oscurezca todo, siento no ser capaz de aportar algo de luz que la haga retroceder, siento ser tan débil y sucumbir antes que luchar, siento haber sobrevivido, siento cada segundo que ha pasado desde que te fuiste.

Te quiero mi princesita, mi niña, mi amor.

Viernes 4 de diciembre de 2020

Revelaciones y proyecto de enmienda.

 

Hola princesita, miro tu sonrisa en una fotografía de tu último cumpleaños mientras ordeno mis pensamientos, he tenido una revelación y quiero plasmarla para intentar no olvidarla, dándome la oportunidad de leerla más adelante, pero también al escribirla le doy forma y permito que penetre y arraigue profundamente en mí,

Ha ocurrido hoy, estando ocioso, sentado en el sofá, dejando transcurrir la tarde, sin ganas de hacer nada y con la mente a la deriva, ha sido después de llegar tu hijo Pablo junto con Alba, llegaban de Sevilla, yo estaba en la cochera conectando el cargador de batería a tu coche y Pablo me ha preguntado algo sobre lo que estaba haciendo, como siempre, he respondido literalmente a su pregunta, mecánicamente sin pensar, a pesar de conocer la profundidad de su pregunta me he limitado a responder a lo que preguntaba, dando una respuesta certera y fiel a sus palabras pero que no respondía al completo a lo no expresado, pero patente en la intención de la pregunta, he dejado que me hiciese más preguntas hasta averiguar realmente lo que quería. Ha sido un rato después, cuando me senté, con la mente libre de todo pensamiento consciente, el momento en que ha llegado la revelación, de verdad  y por primera vez he visto, como en un viaje astral, desde fuera, mi comportamiento,  he percibido con claridad mi forma de ver las cosas y a los demás, que tonto he sido y soy!!,yo antes no me comportaba así, he provocado cambios en mí, solo para intentar que cambien los demás y se ajusten a mi modo de ver las cosas y afrontar la vida, lo sencillo habría sido, seguir siendo yo mismo y permitir que los demás sean quienes quieran ser, les irá mejor o no, pero así son ellos  y se encuentran a gusto, ¿Quién soy yo para pretender que cambien, asumiendo que lo que deseo para ellos es mejor que lo que ellos han decidido ser?, y yo quejándome de que todo el mundo me diga como debo llevar mi carga y cual debe ser mi forma de afrontar la vida.

Esta reflexión tardía y espontánea me ha abierto los ojos, sin pretender ni buscar nada, hallo una respuesta a muchas preguntas que siempre pululan por mi cabeza, la solución a muchas dificultades cotidianas que no deberían presentarse con tanta frecuencia.

A partir de hoy, intentaré deshacer esos cambios que se han ido produciendo (o he ido provocando) a lo largo de los últimos años, son cambios que algunas veces perjudicaron nuestra relación, situaciones que en ocasiones nos enervaban y provocaban enfados, todo ello porque yo soy tan listo… listillo más bien.

Bendita suerte que alguna vez dispongamos de la oportunidad de enmendar conductas, aunque sea a futuro, disponer de una opción real de corregir desviaciones indeseadas de nuestras vidas, quizás esta oportunidad provoque otros cambios que puedan ser beneficiosos, o al menos evitar comportamientos dañinos.

De nuevo, me apena saber que no estarás conmigo para apoyarme y ayudarme en esta tarea, a la par que me apena no poder decirte cuantas veces fui un necio, causante de esos enfados, que tan fácilmente se podrían haber evitado, no poder pedirte perdón por ello, no poder agradecerte tu infinita paciencia y bondad.

Mientras escribo, sigo mirando de vez en cuando esa preciosa fotografía de tu último cumpleaños, un recuerdo sensacional de lo que fue y jamás volverá a ser, una fotografía de una pareja enamorada y feliz, el retrato de dos personas nacidas para estar siempre juntos, una fotografía que ha fijado para siempre uno de tus últimos días felices, un día compartido con los amigos y la familia, una fotografía que recoge la esperanza de un futuro incierto, pero todavía posible, la fotografía de nuestras vidas…

Los días se siguen amontonando a mi espalda, no hay nada que mirar en el horizonte, el pasado pesa y el futuro no existe.

¡¡¡¡Te echo tanto de menos!!!!

Te quiero mi niña, mi princesa, mi amor.